Creía que era mujer ocupada antes de tener a mi princesa pero no tenía ni idea, creí que era feliz, pero no sabia lo que era la felicidad, creí que era madura, pero no sabía lo que era la responsabilidad. Valentina me ha cambiado la vida, me ha dado esas fuerzas para vivir increíbles, me ha ayudado en momentos difíciles que pasé durante este año casi. Su sonrisa me ha hecho resistir un día más y no decaer, porque la vida me ha dado muchos palos ultimamente pero cuando veo su carita como me mira, como me dice ''babà'' como me come la pilla, lo a gusto que está junto a su mamá, lo guapa que es, lo sana que está, no me permito bajar la cabeza, me armo con mi escudo y mi espada, con ella a la espalda y lucho, y sé que lucharé mientras ella esté a mi lado.
Sé que estuve demasiado tiempo desaparecida, pero es que fueron tantos los problemas, las pérdidas, tantos los momentos de alegría e ilusión, de trabajo, de aprender a ser mamá, que quise y pude simplemente dedicarme a la vida real, pero después de tanto ajetreo me propongo volver al bloggerismo no tanto como antes, pero lo que se pueda, tengo en mente cambiar de blog, pero os podré el link. Estoy muy contenta de estar por aquí y poco a poco de volver.
¡Un besito a todas!